Vivimos actualmente en la era digital, en la que la tecnología ha transformado la forma en que trabajamos y nos comunicamos. Figuras como la conectividad, la automatización o la tecnología cloud han revolucionado muchos aspectos de la sociedad y han creado nuevas oportunidades para la innovación y el crecimiento económico.
En la era digital, los datos juegan un papel clave en la transformación de las empresas y la sociedad en general. Aspectos como el valor económico que los datos pueden generar a las organizaciones facilitando la toma de decisiones, la capacidad de analizar grandes volúmenes de información para detectar comportamientos o tendencias o la posibilidad de personalizar la experiencia de usuario son algunas de las utilidades que las empresas pueden obtener en los tiempos actuales. Con estas evidencias, es cada vez más habitual que las organizaciones entiendan que los datos que generan son un activo estratégico para ellas y no son pocos los motivos para considerarlos como tal:
- Volumen: La cantidad de datos generados cada día es enorme y se espera que siga aumentando.
- Valor: Los datos pueden utilizarse para tomar decisiones informadas, mejorar los productos y procesos, y crear nuevos productos y servicios.
- Versatilidad: Los datos se pueden utilizar para una amplia gama de aplicaciones, desde el análisis de mercado hasta la investigación médica.
- Accesibilidad: La tecnología ha hecho que sea más fácil acceder a los datos y analizarlos.
- Intercambiabilidad: Los datos se pueden compartir y utilizar en diferentes contextos y aplicaciones.
En consecuencia, muchas empresas están invirtiendo en iniciativas para aprovechar el valor de sus datos y mejorar su competitividad, pero…¿son todas las iniciativas iguales?, ¿qué tipos de iniciativas se pueden desplegar en los entornos empresariales?
En función de la relación esfuerzo-impacto que tenga una iniciativa es posible diferenciar en 3 grandes bloques:
- Iniciativa táctica: es un plan de acción que se enfoca en lograr objetivos a corto plazo (quickwins) y se usa para apoyar la estrategia general de una organización. Estas iniciativas son diseñadas para resolver problemas específicos o aprovechar oportunidades acotadas en el mercado. En general, las iniciativas tácticas son más específicas y concretas que las estrategias a largo plazo y se implementan rápidamente para lograr resultados tangibles y visibles. Por ejemplo, una iniciativa táctica puede ser analizar los reportes que se hacen en un determinado departamento y detectar posibles trabajos duplicados, ineficiencias o información innecesaria que sobra o falta en búsqueda de una mejora operativa para los usuarios que elaboran o consumen el report.
- Caso de uso: con un esfuerzo e impacto en la organización medio se encuentra el caso de uso, enfocado en resolver un problema específico que puede ocurrir dentro de un equipo y con el que se obtiene un retorno superior al de las iniciativas tácticas. Habitualmente una iniciativa de caso de uso puede definir requisitos para un futuro proyecto más grande, haciendo una prueba de concepto para enfocar bien los próximos pasos o desarrollar la iniciativa de caso de uso con el objetivo de escalar de forma masiva dependiendo de los resultados obtenidos. Un caso de uso en podría ser poner en práctica la definición e implementación de la metodología de calidad para un dominio/área determinada antes de escalar a toda la organización.
- Data product: Al contrario que las iniciativas anteriores, los Data Products están enfocados en el largo plazo, desarrollando un producto end to end que resuelva un problema o satisfaga una necesidad general. Los esfuerzos que han de invertirse en desarrollar un proyecto de este tipo habitualmente son elevados, pero el beneficio obtenido suelen también generar un gran impacto en la organización. Un Data Product podría ser un panel de control que permita a los usuarios visualizar y monitorear la calidad de los datos en tiempo real. Este panel de control podría incluir métricas clave de calidad del dato, como la integridad, la precisión y la consistencia, y proporcionar información detallada sobre cualquier problema de calidad que se detecte. En definitiva, una solución completa de medición de calidad del dato desde el punto de vista tecnológico y funcional.
Los distintos tipos de iniciativas (tácticas, casos de uso o data products) se pueden representar en una matriz que permita visualizar el esfuerzo-impacto que generarán a la organización, lo que facilitará decidir la priorización que se le da a cada una.
Así, la organización priorizará aquellas iniciativas que más interesen según los objetivos que se persiguen.
Por lo tanto, para determinar qué iniciativas son interesantes para la organización, es necesario cuantificar el esfuerzo que llevaría ponerlas en marcha y el impacto que representaría para la compañía su implementación, teniendo que elegir aquellas que mejor se adapten a las necesidades de la empresa y la realidad de la misma.
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Imagen: Freepik
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