Empezamos el año con incertidumbre por el Covid-19 y lo acabamos con algunas certezas y nuevas preocupaciones. A lo largo de estas líneas repasaremos cuál es el estado general de la profesión y las preocupaciones más habituales, desde la perspectiva y experiencia de Keepler.
Mientras que la «nueva normalidad» parecía que nos iba a traer trabajo en remoto, alguna hora de sueño adicional y menos atascos, la «normalidad de toda la vida» nos ha dado un puñetazo en la nariz. Vuelven los atascos y la frustración, algún cambio estético, poca voluntad y algunos afortunados que, como en Keepler, disfrutamos de flexibilidad y el contacto voluntario y, a menudo, deseado, en la oficina.
Si el año pasado estuvo marcado por la incertidumbre, este año dejamos ese periodo de transición con lo que será una realidad para los años siguientes.
Desde la agilidad, las perspectivas de adopción de un nuevo modelo continúan la tendencia incipiente del año pasado. Estas son las principales motivaciones que conducirán a las empresas a la adopción de metodologías ágiles en 2022.
- Acelerar la entrega de valor
- Volver a la velocidad previa a la pandemia en cuanto a desarrollo de proyectos
- Mejorar la gestión del cambio
- Incrementar la productividad
- Mejorar la relación entre negocio y TI
- Mejorar la calidad del software
Sorprende que la base sobre la que se sustenta todo el modelo de negocio, los verdaderos cimientos sobre lo que se asienta todo lo demás, suscite un relativo poco interés, siendo como es la calidad un bastión innegociable en un enfoque ágil. También resulta interesante el dato de que en penúltimo lugar interese mejorar la relación entre negocio y desarrollo, cuando sin comunicación no hay entrega de valor, solo compartimentos más o menos estancos.
En cuanto a las técnicas más aplicadas por las empresas, tendríamos:
- Daily
- Retrospectiva
- Sprint planning
- Sprint (iteración)
- Iteraciones cortas
Esto demuestra aún una falta de conocimiento elemental y cómo agile y scrum se convierten en indistinguibles para muchas organizaciones. La review, como punto de convergencia, revisión del incremento y objetivos queda fuera de las primera posiciones.
En cuanto a las herramientas más valoradas para dar soporte a la metodología, tenemos:
- Atlassian JIRA
- Atlassian Trello
- Microsoft Azure Devops
- VersionOne
- LeanKit
- Target Process
No sorprende encontrarnos Jira en la primera posición, por su flexibilidad, integración con terceros y la amplia variedad de modos de uso que ofrece, si bien sigue adoleciendo de problemas en una correcta implementación de métricas nativas para Kanban. De nuevo, Trello es la herramienta que sobresale por su versatilidad, planes de uso y adaptación a distintos entornos con un enfoque más “informal”.
Metodológicamente, Scrum es el acercamiento elegido y que se prevé que continuará su tendencia, si bien es cierto que, en muchas ocasiones, con una aplicación parcial o como una cobertura dulce a lo que no deja de ser un enfoque tradicional, pero con la oportunidad de introducir nuevos mecanismos de seguimiento y control, alejados de procesos orientados a la mejora continua y entrega frecuente de valor.
El año pasado estuvo marcado, procedimentalmente, por las dificultades de transicionar de un modelo remoto a otro presencial, con el impacto en las prácticas habituales que supone.
En Keepler nuestros clientes nos preguntan con frecuencia cómo logramos adaptarnos con rapidez y eficacia a una situación tan anormal como la vivida durante los peores meses de la pandemia. Nuestra respuesta es siempre la misma. No hubo necesidad.
Nuestro modelo de teletrabajo llevaba tiempo en marcha por lo que no hubo que superar transiciones sino que estuvimos siempre a pleno rendimiento para nuestros clientes y para atender las necesidades internas de los empleados desde el primer momento. La clave fue la anticipación al involucrarnos en un proceso de transformación de nuestros protocolos y herramientas, con espacios orientados a la socialización virtual, cuando no era posible hacerlo de otra manera y mixta, cuando la situación lo permitió.
El mayor reto para el año próximo para las empresas consiste en superar las dificultades en la adopción de un marco ágil, relativo a su impacto cultural y transversal en una organización. La posibilidad de un modelo de trabajo híbrido o remoto se ha demostrado como una palanca adicional para la retención y atracción de talento. Nada de esto es gratis, conlleva un cambio de paradigma donde no todo son beneficios, pero donde se puede lograr que la balanza se incline claramente en la defensa de este modelo de trabajo.
La tradicional resistencia al cambio, estructuras jerárquicas poco permeables, un inadecuado apoyo a las iniciativas ágiles y estructuras aisladas y estratificadas, son los lastres a los que una adopción de estos principios y valores, se enfrenta.
En Keepler nos preparamos para el año próximo con más fuerzas que nunca, con bríos renovados después de haber validado las hipótesis con las que partíamos el año pasado. El teletrabajo es una opción real, una oportunidad de alcanzar más talento deslocalizado y ser un beneficio más para el empleado. Las empresas con jerarquías claras y sencillas, que fomenten la comunicación y sean tolerantes al error como forma de fomentar la experimentación y la involucración en todas las áreas y estamentos, son las que adoptarán los paradigmas sobre los que hemos tratado, con garantías.
Las herramientas son el apartado mecanicista sobre el que se asienta un cambio paradigmático y metodológico. Una cultura empresarial basada en la confianza y relaciones transversales, con dominios definidos, roles claros y responsabilidades consensuadas, permiten un enfoque más orientado a resultados. De este modo, los esfuerzos se emplean de forma óptima a procesos productivos y no tanto en la microgestión o procesos organizativos y de control espurios.
En Keepler creemos que en 2022 la incertidumbre provocada por el COVID no será un factor determinante y abrirá las puertas a cambiar el paradigma nacido de la revolución industrial y orientado en los ejes de la especialización laboral y la concentración localizada de trabajadores.
Imagen: Unsplash | @kuzelevdaniil
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