Uno de los sectores que más está ayudando a divulgar la importancia y practicidad del uso de los datos es el de la industria del deporte. Seguro que de una u otra forma, ya te has cruzado alguna vez con una visualización de datos en una retransmisión deportiva que te ha llamado la atención por lo disruptivo que resulta, como por ejemplo el cálculo y visualización en tiempo real del estado de los neumáticos o de la fuerza ‘G’ en la Fórmula 1.
Precisamente la Fórmula 1 es un buen ejemplo de innovación en el uso y tratamiento de los datos. Para lograr sus objetivos, llevaron a cabo una asociación con Amazon Web Services en 2018 para poder utilizar todas las capacidades de machine learning que la plataforma en la nube les ofrecía, trabajando conjuntamente los data scientist de ambas corporaciones. De ahí surgieron innovaciones como los gráficos de ‘Probabilidad de adelantamiento’ o de ‘Ventaja tras el Pit Stop’ que hemos podido ver durante las carreras.

Photo: Amazon Web Services Youtube account
Del sensor a tu televisión en 500 milisegundos
Cada automóvil de F1 dispone de 300 sensores que generan 1,1 millones de puntos de datos de telemetría por segundo, una gran cantidad de información para la que decidieron montar un modelo de servicios de AWS que digiriera todos estos datos para convertirlos en información en tiempo real tanto para las escuderías como para los aficionados.

Photo: Amazon https://d1.awsstatic.com/F1_architecture_desktop.de06f4e264558d3094709268c230aaf93fbe1c68.png
Siguiendo este esquema, los datos que se generan durante la carrera pasan primero por la infraestructura de la F1, que ejecuta una llamada HTTP para enviar la información a la nube de Amazon mediante la utilización de Amazon API Gateaway como punto de entrada. Este servicio API se aloja como una función en AWS Lambda desde la que se implementa la lógica de la carrera.
Una vez que se recibe el mensaje entrante, se actualiza el estado de la carrera almacenado en Amazon DynamoDB (que ejerce como un servicio de base de datos NoSQL) y, si se trata de un trigger para una predicción, utiliza el modelo entrenado en Amazon SageMaker para hacer y devolver esta predicción como respuesta a la llamada inicial.
Finalmente, esta respuesta pasa de vuelta por la infraestructura de la F1 llegando hasta el centro de transmisión, donde ya puede ser utilizada por el equipo técnico y el director de la carrera. Este ciclo completo desde la activación del sensor hasta la respuesta en destino, se completa en menos de 500 milisegundos.
Una de las razones por las que se consiguen estos tiempos tan optimizados es por la precarga de modelos entrenados con datos del histórico de carreras en una aplicación alojada en AWS Lambda. De esta manera el modelo se carga en memoria junto al código en ejecución, y a su vez es entrenado mediante el algoritmo open-source XGBoost en Amazon SageMaker, lo que permite reducir los tiempos al máximo.
Actualmente están trabajando también en el rediseño de los coches para 2022, con un proyecto que incluye el uso de Amazon EC2 y los nuevos procesadores Graviton2, optimizados para instancias c6g que mejoran el rendimiento de las cargas de trabajo.
Deporte, tecnología y futuro
Este caso que acabamos de ver no es más que un ejemplo representativo de todas aquellas innovaciones en el uso y tratamiento de los datos que se están llevando a cabo en el mundo del deporte. La Fórmula 1 siempre ha sido uno de los más avanzados tecnológicamente, pero cada vez vemos con mayor asiduidad deportes como el fútbol, que es más tradicional y reacio a las innovaciones, y que sin embargo está avanzando a pasos agigantados en los últimos años. El reconocimiento de imágenes para el posicionamiento de jugadores o el uso de vestimenta sensorizada ya forma parte de la rutina de cualquier equipo de fútbol de alto nivel, y las necesidades en este sentido son cada vez mayores (¡analistas de datos astrofísicos en el Manchester City!). Esto evidencia que la tecnología y el deporte están más unidos que nunca y todo parece indicar que veremos importantes innovaciones en los próximos años.
Imagen: Unsplash | @abedismail
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