Hace unos días pusimos en marcha un nuevo formato para compartir experiencias en el mundo agile aplicadas a las organizaciones a través de un encuentro de mesa redonda que hemos llamado #agilecoffee.
Para inaugurar esta mesa, moderada por Pablo Ríos, Scrum Practitioner en Keepler, contamos con la participación una buena representación de especialistas: Jerónimo Palacios, Professional Scrum Trainer y Lean Kanban Accredited Trainer en Jerónimo Palacios & Associates; también contamos con la participación de Paradigma Digital, a través de Nacho Herranz, Digital Strategy & Innovation; y como tercer especialista en el panel, Pedro Serrano, Agile Coach en Keepler.
Bajo el marco de Experiencias reales en Cultura Agile, cada uno de ellos expuso prácticas y experiencias en modelos de compañía que tienen en común crear y transformar organizaciones, tanto propias como de cliente, pero con enfoques muy diversos entre ellos. Desde la visión especialista en agile de Jerónimo Palacios & Associates, a la integración de las prácticas agile en el desarrollo de servicios y productos de Paradigma Digital y Keepler, ambas con una situación bien diferente; la primera, Paradigma, una voz con una ya consolidada trayectoria en el mercado, y la segunda, Keepler, un enfoque desde su reciente irrupción en el sector y como compañía en pleno crecimiento.
Aplicando Cultura Agile
La mesa analizó el modelo de organización de cada una de ellas, experiencias satisfactorias y fallidas, aprendizajes, lo que motivas a las personas… Una visión experta que comenta, comparte y argumenta sobre las realidades organizacionales.
Paradigma destaca como un modelo organizativo “construido por nosotros mismos”, como indica Nacho Herranz, “creado a base de prueba y error durante los últimos 10 años, parecido a modelos actuales de Holocracia o Sociocracia, de organizaciones en círculos y muy orientada a producto”. “Lo más diferencial”, destaca Nacho, “es escalar este modelo hasta las 450 personas”, el gran reto de evolución de una compañía que tiene el agilismo en sus cimientos.
Keepler, de reciente creación con apenas un año de vida, desde sus inicios se configuró intentando crear una organización basada en círculos, equipos planos y no jerarquía, asumiendo conceptos de Holocracia y S3, pero sin ser puristas en ello. “Tenemos círculos y el concepto de driver por cada círculo que derivan del driver organizacional. Gestionamos las tensiones a través de reuniones en círculos y subcírculos, siempre teniendo en cuenta que no hay jefes, sino links, que hace de portavoz y representantes en otros círculos”, comenta Pedro Serrano, que reconoce que no están siendo muy “ortodoxos” en este momento y que “se están explorando mecanismos de ajuste”.
Jerónimo Palacios define su organización como “brutalista”, derivada de la propia incorporación de las personas que se integran en la empresa. “Una persona que se incorpora a la empresa la hace ganar dinero o perder dinero”, alude Jerónimo. Basándose en una cuenta de resultados personal, siendo conscientes de que los primeros meses la rentabilidad no es viable, una vez la rentabilidad se produce, Jerónimo destaca que en su compañía «todo el mundo sabe cuánto cuesta, cuánto gana, cuánto gasta, cuánto vale su coche de empresa…”. Según Jerónimo, la rentabilidad origina una bolsa de rentabilidad transparente que cada uno decide a qué destina. “El modelo de toma de decisiones se organiza en torno a este positivo (de la rentabilidad) apostando por un modelo de libertad individual total”. Un modelo que reconoce “simple pero complejo de aplicar”.
¿Te interesa el tema?
Ponte un café y te invitamos a compartir este #agilecoffe (en formato video y podcast) para que seas partícipe del debate. Estaremos encantados de oir tus comentarios si tienes cosas que aportar.
Deja tu comentario